¿Docencia o decencia? ¿Medicina o ...?

Tengo un mal dia: estaba pensando en comentar los sistemas que se van proponiendo para minimizar los errores en la práctica clínica, cuando en mi práctica como médico coordinador de urgencias me he encontrado con uno de esos (¿frecuentes?) casos en los que el "primum non noccere" del juramento hipocrático es cuando menos esquivado, y que dá al traste con todas las buenas voluntades de tanta gente para ser eficiente con los limitados recursos disponibles. Se trata de una señora de más de 80 años con un cuadro sugestivo de accidente vascular cerebral. Entre sus antecedentes de interés está una intervención para la colocación de una prótesis de cadera hace 2 semanas, y según el familiar además presenta un cuadro evolutivo de demencia senil. Llegados a este punto surgen mis preguntas: ¿era el dolor tan grande que hizo necesaria una intervención de este tipo a una persona tan mayor con una patología crónica tan altamente invalidante a medio plazo? ¿debe aislarse la patología traumatológica del bienestar biopsicosocial del paciente? ¿en qué condiciones podrán familiares y paciente lidiar con las largas sesiones de rehabilitación? ¿era indispensable la opción quirúrgica, o solo era una oportunidad de colocar otra prótesis, pensando en hacer manos? ¿habrá muchos casos de este tipo en las listas de espera? No quiero creer que tras el acuerdo de Farmaindustria algunos especialistas (los menos) piensen en los congresos que las casas de prótesis pagan a sus grandes "clientes". Lo peor es que probablemente sean los cazaprótesis los primeros y únicos en llenarse la boca contra los gestores, aquellos usureros cuyo único afán mercantilista les priva de poder extender la Medicina entre el pueblo, de hacerles llegar su magia, ese derecho universal inalienable en Ejpaña (y de poder ir a ese congreso al otro lado del mundo, financiado por esos fabricantes, porque dejan desasistido su servicio y por tanto cientos de usuarios, en una lista de espera de 3 a 6 meses).

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Aquí, en Madagascar, estamos inmersos en una campaña erradicadora de las listas de espera (quirúrgicas, claro), con honor político en juego. Nadie duda, naturalmente, que se cumplirán sobradamente los objetivos políticos. Pero al rebufo de esta mezquindad ha aparecido el gremio de buscadores de oro que se dedican a rebuscar el preciado metal en los sitios más inverosímiles. Muchas venerables ancianas/os acuden a la primera consulta que pillan para preguntar extrañadas si deben atender ahora a la llamada telefónica que las convoca para la implantación de una prótesis que ya había sido descartada hace dos o tres años por los mismos que ahora están tan interesados en su artrosis. Estamos ante una clara demanda inducida como consecuencia de inncentivos perversos.
Siempre pregunto a mis pacientes cómo les va la prótesis que recibieron. La monótona respuesta es descorazonadora: no llegan al 30% los que expresan una mejoría significativa de su calidad de vida.
En contraste, hoy se siguen diagnosticando cánceres de colon a pacientes en los que se pueden leer en los formularios de petición la fecha de la solicitud de la colonoscopia: junio de 2004.

Por cierto, Kruger, todos tus incodionales agradeceríamos unos párrafos sobre el asunto Severo Ochoa, de Leganés. La visión de un coordinador de urgencias sería muy enriquecedora.
Un saludo desde Madagascar.
Dr F ha dicho que…
Yo solo soy un simple médico coordinador de traslados, urgencias y emergencias. No creo que deba mezclarse la velocidad con el tocino nunca, por lo que hablar sin conocer el caso en profundidad me parece un poco frívolo, aunque aquí va mi reflexión del caso de Leganés:
Los programas de curas paliativas domiciliarias, se llamen como se llamen (en Cataluña PADES), ya hacen ajustes de mórficos para mirar de disminuír el dolor en pacientes terminales hasta su óbito, y nadie se rasga las vestiduras. Si tuviera que mojarme sobre el caso de Leganés, y visto el estilo de las pruebas (que solo ha podido aportar alguien de dentro, fulminándose la LOPD por todas partes cuando a todos nos tienen acojonaos, y aqui no ha pasado nada), a mí me parece una cuarta parte de exceso de celo (y quizá un poco demasiado de humanidad mal entendida), y tres cuartas partes de confabulación para hacer caer a alguien. Pero esto no tiene por qué ser cierto.

Acerca de la mala distribución de recursos y prioridades, la verdad es que recolpilar ejemplos es malo para la salud profesional: el jefe de servicio de cardiología del Hospital de Sant Pau de Barcelona fué en su momento despedido a raíz de denunciar en prensa las listas de espera en temas de su especialidad. Con todo, sería bonito tener referencias y compartirlas (aunque solo sea para la catarsis que es bloguear y ver que hay alguien al otro lado del teclado). Cuidado con los mosquitos de Madagascar...
Anónimo ha dicho que…
Hola de nuevo, dres. He de felicitaros por lo interesante del tema.
Sólo un par de apuntes.
En Andalucía tb está extendida la esta práctica y aquí nadie ha montado el jaleo de Madrid. ¿Acaso no está entre nuestra funciones el proporcionar el mayor bienestar a los enfermos? Eso fue lo primero que nos enseñaron en la escuela: CUIDAR personas; ponerlas en las mejores condiciones posibles. No creo en absoluto que el administrar mórficos a enfermos terminales para aliviar el sufrimiento sea algo condenable.
En cambio sí me parece una barbaridad y de muy baja condición ética, el exponer a una persona de 80 años, con una calidad de vida más que regular, a los riesgos de una intervención del tipo PTC. Todo esto, claro está, a cambio de ciertos favores de las casas comerciales o incluso de la entidad que te está pagando (llámese paga extra ¿en $ B?) por disminuir -o eso venden- las listas de espera. Esto es lo que sucede aquí con el SAS.
Hasta pronto?
Anónimo ha dicho que…
Me parecen discretos y razonables vuestros comentarios. Sin embargo me gustaría llamar la atención sobre dos síntomas, alarmantes.
Primero. No estoy seguro que el anonimato de la denuncia deba ser condenable a priori, sin tener más datos de lo que decía. El corporativismo de la clase médica es feroz y a ver quien es el guapo/a que se mueve en la foto. Tal vez no haya otro modo de poner algunas cosas encima de la mesa.
Segundo, si es verdad que como dicen las fuentes oficiales 25 fallecimientos se han debido a dosis inadecuadas de sedantes entonces no estamos ante nada paliativo sino que estamos claramente ante una serie de errores médicos. Hay un obsesión enfermiza en sacar fuera del escenario este asunto, y no asumir algo que se produce todos los días es un signo de inmadurez de médicos, políticos y ¡ojo! periodistas.
Aquí en Madagascar los mosquitos ya hace tiempo que transmiten también la tripanosomiasis con el consiguiente embotamiento mental.
Saludos desde Madagascar y protéjanse de los mosquitos, que en sus países también existen.

PD. Escribo este post mientras espero que el Sr. Celador me baje a un paciente. Sólo llevo tres cuartos de hora esperando (todo está parado, claro). Con mi tercera protesta he recibido una seria amonestación de una Srta. Auxiliar por lo que me he dicho voy a escribir al Kruger que de momento no me abronca mucho.
Dr F ha dicho que…
Amigo malgache, te recomiendo La Vanguardia de Barcelona hoy. Lo de las dosis inadecuadas depende de como se mire: el paciente prefiere no sufrir que morir "dignamente" y rabiando, segun comentan oncólogos del Duran i Reinals, de referencia en Cataluña.
Anónimo ha dicho que…
Ah, perdona, creí que no hablábamos de eutanasia activa. Si hablamos de eso entonces me callo.
Pero las dosis inadecuadas son SIEMPRE error médico.
Dr F ha dicho que…
Touché!! Supongo que tocará hablar de eutanasia activa, pasiva, testamento vital y tendencia de la sociedad en un próximo post.

Es un lujo tener finos estilistas en liza... ;-D