¿Médico = cliente o empleado de la Industria farmacéutica?

A raíz de los siempre apreciados (que no necesariamente compartidos) comentarios de nuestro amigo médico malgache (cuyo nombre no conocemos, pero nos gustaría), comento un ensayo de la web www.webcalidad.org (valiosa en cuanto a contenidos para los que nos gusta el tema de la gestión sanitaria). Su título es casi el del post, un poco como el tráiler de las pelis americanas, que ya enseñan planteamiento, nudo y desenlace en 20 segundos. Los argumentos son los que todos tenemos en mente: clava el incremento del coste del gasto farmacéutico para la Administración (teniendo en cuenta que es del año pasado), y si resulta que ni el coste de los medicamentos es más alto que en nuestro entorno (más bien al contrario, lo que favorece las exportaciones paralelas de medicamentos de los distribuidores), ni el consumo por paciente es más alto, ¿qué pasa? simplemente existe incentivo por tirar de boli y no por escuchar al paciente. El concepto "mantenimiento de una prestación social básica" es sumamente interesante, porque en realidad creo que es donde está el problema: qué es básico y qué un lujo. El medicamentazo es innecesario si se prescribe por principios activos. Problema: el farmacéutico será quien pase a tener el poder económico de decidir si uno u otro medicamento, pero al menos las políticas de precios irían a un mercado cautivo de alta rentabilidad (¿o alguien ha visto cerrar una farmacia por la crisis?), mas fácil de regular y controlar. Es ingenuo pensar que los visitadores dan información neutral (alguien les paga), tanto como pensar que todos los líderes de opinión son unos "vendidos": aunque no lo parezca, aún hay dignidad. Valentín Fuster, por ejemplo, nunca habla en una conferencia patrocinada (con muchos $$$) por un laboratorio de ningún producto o principio activo del mismo, ni directamente ni de refilón. Sobre los ensayos clínicos, demonizarlos es complicado, puesto que también deben ser visados desde el Ministerio, que decide si es de utilidad o no para autorizarlo (y os aseguro que los laboratorios sudan tinta para colar estudios insustanciales). El compromiso de Farmaindustria ha hecho pupita en el bolsillo de muchos que seleccionaban los medicamentos según los regalos (o servicios, míticas historias demasiado rocambolescas como para ser mentira). Sobre Cochrane, a mi me llega a casa una revista de parte de Novartis, y no hay (creo, por lo que voy leyendo) intervención sobre los contenidos. Y para tranquilidad de todos, el concepto que tienen los laboratorios para definir al médico es "cliente", no "empleado". Claro que hay de todo en la viña del Señor, pero hasta que no cambie el sistema, la chequera de dinero la pone la Industria en temas de formación y promoción de la salud, y el médico pone la chequera de recetas, no necesariamente a cambio. En resumen, de acuerdo con casi todo, pero con matices.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Vaya, vaya. Dr. Kruger, siempre barriendo la casita.

¡Faltaría más, que la Farmacia nos llamara empleados! Somos clientes = empleados "virtuales". No había leido un título tan acertado y sugestivo en muchos años.

El asunto es muy preocupante porque ese gasto sigue descontrolado y descapitalizando la sanidad pública. Y no podemos dejar el asunto en manos de la industria farmacéutica, cuya ética social deja mucho que desear (véase el Libro negro de las marcas). La mayor partida inversora de esa industria no va destinada al desarrollo de fármacos sino al "marketing y formación". Revelador.

Las últimas medidas adoptadas por el Ministerio son la crónica de una muerte anunciada de los genéricos porque la rebaja de precios de referencia acabará expulsando del mercado a las pequeñas compañías ---las de los genéricos--- o en el mejor de los casos sus inversiones serán muy pequeñas. ¡Es urgente un plan estratégico de genéricos para todo el SNS!

No hace mucho en mi revista favorita ---no financiada por ningún lab--- apareció un informe demoledor sobre la relación entre médicos e industria. La imposibilidad de controlar el gasto y la escasa calidad de la formación ofertada eran las dos consecuencias más importantes (N Engl J Med 2004;351;1881-90).
Dr F ha dicho que…
Lo que veo es que la autocrítica del sistema atrae: record absoluto de visitas del blog con este tema, que parece que preocupa. Pero ¿a quien? ¿a la industria, amenazada por los visionarios que hablamos del cambio necesario? ¿a los profesionales de la Sanidad, que con esta prédica en el desierto se sienten amenazados en su integridad profesional, o algunos en su bolsillo? ¿a los poderes públicos y políticos, que ven que los enanismos hipofisarios se les convierten en acromegalias, y ni entienden ni quieren entender? ¿En mano de quien, si no de "los que mandan" está cambiar la Calidad de la formación ofertada? Porque antes hay que definir qué formación esperamos obtener, el coste de la misma y de dónde van a salir los recursos, y si esos recursos se pueden generar a partir de un ahorro que realmente ahora no se produce (y no nos engañemos, tampoco se está por lo que hay que estar). Por otra parte, yo no creo que las empresas que comercializan genéricos tengan mala salud: el problema es que la Industria es como la policía, que se hace la tonta pero no lo es. Por eso crean marcas de genéricos (paradoja rentable), para canibalizar la prescripción cuando caducan las licencias de exclusividad de las patentes. El que se va a cargar al genérico puro va a ser el prescriptor, que es quien no lo está usando (sugiero que comparemos las tasas de prescripcíón, ojo, no dispensación, distribución o fabricación, con otros países). Si es que la cosita está muy mala, que dijo el poeta, y yo no soy nadie para fiscalizar y menos juzgar... Yo solo opino, y hablo por mí.
Anónimo ha dicho que…
Muy comodón, Dr. Kruger. Le veo muy comodón. Lo quiere todo hecho. A la mayoría de las preguntas que se formula en el post previo a éste la respuesta debiera ser: ¡a los médicos!.

Son ellos los que tienen que protagonizar el cambio. Son los depositarios de la calidad. Son los agentes en la relación con los pacientes. Son los médicos los que tienen que desarrollar el modelo de formación y no esperar a que se lo "diseñen".

El problema, Dr. Kruger, es que para ser protagonistas hay que estar motivados y además hay que renunciar a algunas regalías y privilegios (menos free lunch).

¿Están los médicos dispuesto a ello?
Bájese un momento de la moto y responda sinceramente.
Dr F ha dicho que…
Yo diría simplemente que NO. Lo que pasa es que yo solo puedo hablar por mí, pero tengo compañeros que empalman puestos de trabajo de un sitio a otro, con la fatiga acumulada correspondiente, y están encantados (porque son médicos de vocación). Y si con el tiempo esa fatiga y los ruegos familiares de mejora de la Calidad de Vida (ese boomerang que usan algunos con los pacientes) hacen audible los cantos de sirena del free lunch para todos los que tienen el Poder Supremo de la prescripción, pues a ver quien es el chulo que lo para. Si yo mandara (o mandase) empezaría por desprecarizar el empleo sanitario: El tránsito de señoritos a proletarios por el bien de la Sanidad Pública ha sido una travesía funesta. El problema es del sistema, aunque coincido que el único que puede doblegarlo es la unión de los individuos: por ejemplo, esta semana que viene los residentes de un hospital público de Barcelona se declararán en huelga para protestar por las miserables condiciones en las que trabajan, con horarios demenciales, recibiendo insultos y agresiones, y trabajando demasiado (a menudo por cuenta ajena a sueldo de especialistas en sus consultas privadas), para complementar las 600 pelas hora de guardia que les sale a fin de mes... ¿Quien sino ellos son los negros autores de los estudios clínicos por los que otros cobran? ¿van a dejar de cobrar por hacer más equitativo el sistema? Un poquito de seriedad, que todos somos iguales, pero unos son más iguales que otros. El problema es de los médicos, pero no de todos... ¿Hay alguien que quiera liderar este cambio, aunque sea desde Madagascar?
Anónimo ha dicho que…
Dr. Kruger habla de liderazgo desde el pensamiento mágico. No, aquí en Madagascar no veo a nadie capaz de liderar el SNS. Es cierto, Dr Kruger, que las grandes organizaciones tienen un lider visible que las dirige. La Generalitat a Maragall; el Barça a Ronaldinho; la SER a Gavilondo. Además, a veces el mejor método para cambiar una organización es cambiar de líder.

Pero, ¿qué espera, la aparición un personaje como esos en el SNS? En todo caso harían falta 17 personajes. Mire y verá. Lamela, líder? O mejor miramos hacia otro sitio. Marina Geli?. Fíjese la relación entre un MIR del Hospital Clinic y la consejera: la misma que un campesino inca y el virrey español en el siglo XVII.

No Dr. Kruger, aunque vendría bien un lider visible y carismático, esa no es la solución. ¿Cree que alguien con la fuerza de Napoleon o Churchill resolvería los problemas del SNS?

El SNS, o sus 17 subsistemas, son organizaciones complejas. Por eso frente a su pensamiento mágico opongo el pensamiento complejo. Y aquí la clave está en el liderazgo múltiple, en equipo y a nivel clínico, que nuevamente corresponde a los médicos. Hablo de organizaciones autopoyéticas, que autoaprenden y que se autoorganizan, y lideradas por los únicos que pueden hacerlo, y que cada vez se alejan más de ese cometido.

Todos conocemos a excelentes clínicos y a residentes admirables. Pero no conozco a nadie que quiera liderar un cambio. Y menos a alguien que pueda. Porque para ello hace falta (¡venga,todos a la vez!): MOTIVACION.

Ahí, está el meollo: la motivación. Pero eso es otra historia. ¿O tal vez el comienzo de la historia?

Y ahora le dejo, parto para su ciudad. Mañana Mont Melo. Esta noche, las Ramblas.
Un saludo desde Madagascar.
Anónimo ha dicho que…
Estimado Dr. Kruger, espero que no haya ocurrido nada importante y que siga en buen estado de salud. Mientras vuelve, estaré por
webcalidad
Hasta pronto.