La paradoja del tiempo de informe de las mamografías digitales

La paradoja de la ciencia y el Universo, desde los tiempos de Sócrates, es que cuanto más sabemos, menos sabemos. En el caso de las ciencias, que desde La verbena de la Paloma siguen adelantando que es una barbaridad, se crean problemas cuando crees tener la solución: Los estudiosos (ojo, hay que inscribirse) han llegado a la conclusión que las mamografías digitales requieren menos tiempo en obtener la imagen y por tanto acortan el proceso y permiten un mayor volumen de pacientes, siempre en busca del mejor rendimiento. El problema es que el estudio e información es más lento, puesto que permite finuras técnicas que el sistema convencional no puede tener. Es decir, con mejor Calidad de imagen el tiempo de radiólogo es mayor.

Comentarios

Dr. Bonis ha dicho que…
La cuestión es si las nuvas mamografías digitales son adecuadas para un screening a nivel poblacional.

Sospecho que a mayor resolución mayores hallazgos y por tanto mayor probabilidad de falsos positivos (por demasiada sensibilidad unida a una baja prevalencia de patología real). Quizá lo ideal sería una interpretación mamográfica tradicional (rápida) y luego en el caso de las positivas hacer una interpretación con ayuda de tecnología digital (para conseguir una prueba de alta especificidad sin comprometer el coste global, al ahorrar PAAF y biópsias innecesarias).

En los tests de seroconversión VIH ya se sigue una estrategia similar (primer test de alta sensibilidad, barato, y luego segundo test de comprobación de alta especificidad, más caro).
Anónimo ha dicho que…
Y esto nos lleva al espinoso asunto de cómo se produce la introducción en el sistema asistencial de las nuevas tecnologías.
¿Quién determina la tecnología que se va a desarrollar?, ¿dónde se toman esas decisiones? y sobre todo, ¿cuáles son los criterios que se siguen para investigar y desarrollar una estatina y no un fármaco antipalúdico, por ejemplo?, ¿toman parte en estas decisiones los responsables políticos o líderes clínicos independientes? ¿quiénes marcan las pautas en el desarrollo tecnológico sanitario? Todos sabemos que estas decisiones son ajenas a los profesionales sanitarios, y que además siempre se toman fuera del país o incluso fuera del continente europeo.
Desde el punto de vista económico, las TS suponen una fuerza irresistible hacia el aumento del coste asistencial. Además, muchas TS potencialmente ahorradoras acaban finalmente induciendo lo contrario. Ello es así porque su fase de difusión acaba extendiendo el uso a pacientes y enfermedades diferentes a las indicaciones originales, con utilidad nula (es lo que está ocurriendo actualmente con la PET o tomografía por emisión de positrones). Y es que a veces, detrás del uso de estas altas tecnologías, subyace prioritariamente la necesidad de rentabilizar los altos costes fijos que suponen. Y por supuesto, la fascinación que la tecnología ejerce sobre la clase médica.