El Confidencial así lo afirma, con lo que se abre un terreno sin explorar para por un lado dotar de recursos a la gente enferma de esta dolencia, y por otro para seguir investigando cómo objetivarla. En este sentido me consta que el equipo del Dr Ferran Garcia Fructuoso se encuentra en el buen camino de poder demostrar modificaciones a nivel de la mitocondria del miocito, que de este modo darían con la prueba diagnóstica definitiva. Pero aún es pronto para hablar, y tampoco soy el más indicado.
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