El derecho de acudir a clinicas privadas

El amigo de Madagascar que se asoma a menudo por este blog ya apuntó este tema: Desde El Confidencial comentan el presunto mosqueo del diputado de Los Verdes Francisco Garrido -adscrito al grupo socialista, quien lo diria-, que no ha tardado ni una semana en pedir explicaciones al Ejecutivo por el hecho de que la Princesa Letizia decidiera dar a luz en un hospital privado y no en uno público para alumbrar a la pequeña infanta Sofia. El diputado sevillano (granadino de cuna) es quien se interesó en su momento por las cacerias del Rey.

Este señor no entiende que se haga uso del derecho individual por encima de una etica ejemplarizante, y que cada uno es libre de escoger para su familia la atención que prefiera y se pueda permitir. La Sanidad pública española, una de las mejores del mundo, no es una obligación, sino un derecho, que se ha convertido en una fuente de prestaciones sin límite ni lógica, al servicio de los políticos. Esa voluntariedad del todo vale, añadido a la mala planificación, es la que hace que sea a menudo un pozo sin fondo en materia económica, un coste que sufrirá en el futuro la población en forma de impuestos, pero que será convenientemente ocultado debajo de la alfombra del bien común, en el país del café para todos.

Frecuentemente tengo la sensación que se desprecia a los profesionales de la Salud que han escogido el ejercicio libre de su profesión, lejos del funcionariado, en un retorno a la esencia, y con ellos a los marcos hospitalarios en que se estructuran sus servicios. Se olvida que son hijos -tanto a nivel de formación como de funcionamiento- de la pública, y sin duda complementan una oferta que tanto la falta de inversión como de criterio han convertido en saturada y francamente insuficiente. Experimentos como el funcionamiento de unidades privadas en estructuras públicas, fuente de lucro a costa del erario pagado por todos, sí son a mi entender una inequidad y, ¿no son más reprobables que la inversión privada en servicios sanitarios privados o incluso publicos? ¿O es que los médicos tienen que cobrar menos, un sueldito para una tranquila jubilación como empleados, por el mero hecho de asumir responsabilidades que otros no querrian, como el de ser sus propios jefes? Pero eso es otra historia... ¿o no?

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Dr. Llordachs, veo muy deslabazado este post. Sólo aludiré a la primera parte. El último párrafo es otra historia, y en ella hoy no voy a entrar.

Los acogidos al regimen de "Casa Real" tienen nominalmente los mismos derechos que los acogidos al régimen de "Seguridad Sosial" y que cualquier currito maquinavajas, pero les diferencian la posesión de unos privilegios, conocidos y otros por conocer, que las instituciones le otorgan. Estos privilegios no son gratis. Conllevan obligaciones ineludibles. Por ejemplo, no te puedes ausentar del país en secreto, ni siquiera para cazar osos, si eres el Jefe del Estado. Otra función ineludible del régimen "Casa Real" es la de legitimar las instituciones públicas, en justo pago, porque de ellas surge la cohesión social que permite, por ejemplo, que la niña Leonor sea un día reina por la gracia de Dios (¡y de Rouco Varela!). Y la mejor forma de legitimar a lo público por parte de la Casa Real es su uso, poque ello supone el reconocimiento explícito de su calidad y el respaldo legitimador que justifica su existencia.

No sabía nada de ese diputado "protestón" que tanto parece molestarle, Llordachs. No conozco sus argumentos y por tanto no puedo opinar sobre él.

Otra cosa distinta es lo del desprecio a los profesionales y bla bla bla que trabajan en la privada. No seré yo quien apoye esa teoría. Pero como dije antes, esto es otra historia que nada tiene que ver con lo anterior. Si quiere, Llordachs, otro día tocamos ese tema, aunque le confieso que cada vez visito menos su blog, dado lo errático que se ha vuelto últimamente.
Dr. José Luis Contreras ha dicho que…
Cada cauil es libre de elegir la pública o la privada ¿o no?
Anónimo ha dicho que…
Perdone, Sr. José Luis, que me entrometa en su comentario, pero ¿no le parece que es demasiado simple para la cuestión que plantea le MfM?.
La única razón de existir las monarquias, hoy en día, es la de ser referentes éticos, y defender la unidad de los pueblos. Con esto en mente, si yo fuera el monarca o alguien de su familia, sí consideraría mi obligación de buscar asistencia en la pública. Puede qe en su pais no haya reyes. Puede que en su páis no esté pasando con la pública y la privada lo que está pasando en mi ciudad, Madrid.

(Creo que Madagascar es un sinónimo de Madrid, no MfM?)
Anónimo ha dicho que…
¿Y porqué tienen los reyes la obligación de apoyar a la medicina pública española en exclusiva?.Yo no he visto eso escrito en ningún sitio...y, por cierto, la medicina privada no es menos española. Supongo que tambien deberíamos comprar en una panadería pública, educarnos en una escuela pública, viajar sólo en transporte público...

Otro detalle: Los médicos de la privada no son ni mejores ni peores que los de la pública (yo trabajo en ambas y he visto de todo en las dos opciones).Ah, sí, claro: Se me dirá que los de la pública han probado su valía en un exámen público, objetivo y donde sólo se valora la capacidad profesional de todos los candidatos.Ya.Un momento,que me da la risa. El sistema de contratación de la Sanidad Pública es como mínimo estúpido, inmoral e injusto, pero nunca se oirá decir que es objetivo. Las plazas, caballeros, y salvo muy honrosas excepciones, están dadas de antemano en la inmensa mayoría de los casos.Por lo menos la medicina privada contrata a quien le sale de las narices sin dar justificaciones.
Un último punto: La medicina pública, cierto, tiene más medios habitualmente que la privada...pero no es menos cierto que si hay un problema en la privada, pesa bastante más el deseo de que el marrón se lo coma otro.
Con/sin acritud (me la bufa bastante)