Estamos con la gente, con toda la gente... la buena gente

El título viene del jingle de un banco de hace unos cuantos años (en la era preinternet). Un comentario de un residente de último año que está haciendo guardias conmigo en Salou ha hecho un comentario que los políticos y estadistas de Ejpaña y sus autonosuyas deberían oír: "Es que la gente viene al médico por cualquier cosa". La realidad es que el problema no es si el sistema es público o privado, ni tan solo si los políticos juegan al gato y al ratón con la sanidad. El problema es que la gente se ha acostumbrado a que alguien decida por él: los maestros deben educar a los hijos (porque ellos solos en casa no pueden, no quieren o no saben hacerlo, que no han estudiado como se hace eso), los políticos tienen que arreglar el mundo (y por tanto ay de aquel que no sepa bailar al son que tocan los medios de comunicación, siempre atentos a ser la "voz del pueblo"), y los médicos tienen que curarles sí o sí(puesto que ellos no van a dejar de comer, beber y tener conductas de riesgo, y además pasan de que la genética que llevan consigo les predisponga en contacto con ciertos estímulos de su entorno a las más variadas patologías). El entorno es así: tu estás en tu consulta, y viene alguien con la afirmación "mi niño hace las cacas raras". Preguntas desde cuando, y te dice "desde hace 3 dias: aqui le traigo el pañal para que lo vea. Los he estado guardando todos para enseñárselos al médico". Supongo que pretendía que en plan CSI se aislara el o los microorganismos que estaban provocando la diarrea, y en la línea de la medicina personalizada se creara un medicamento específico y al momento tener la cura, como House enseña. Error: La lacónica respuesta es dieta astringente, y hidratación abundante con el más bien malo Suero Oral. La madre sale preguntándose qué clase de medicina tenemos en este país... y el médico de este país preguntándose por qué no hay un poco más de educación sanitaria, que enseñe que los recursos son limitados, y que los médicos no son magos. Mientras, por la puerta entran dos o tres presuntas crisis de ansiedad, que probablemente hace años solo sufría la gente adinerada, sin otro problema que presionar -involuntaria pero psicológicamente- a su entorno, mientras el resto de clases sociales eran como la madre del protagonista de "Las cenizas de Ángela", tenian demasiado trabajo como para deprimirse. Y entonces juntan el Ministerio de Asuntos Sociales con el de Educación, y sueñas que ambas cuestiones por fin tendrán solución... o no.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pues sí Señor, así son las cosas y así las has contado.

Lo malo es que no hay lamentaciones que valgan para arreglar el asunto. Hay cosas que una vez establecidas no las cambia nadie y mucho me temo que esta es una de ellas. Por lo menos hasta que haya un recambio generacional o la sociedad en la que vivimos evolucione lo suficiente para darse cuenta de la conducta "irresponsable" que estan teniendo la mayoría de sus miembros.

Es estupendo que de vez en cuando gente como tú diga las cosas sin pelos en la lengua.

Ojalá yo me equivoque en lo que respecta al futuro de la cuestión, pero sinceramente no veo soluciones inmediatas al problema y lo de la "educación sanitaria" de los "maleducados sanitarios" se me antoja más que imposible según estan las cosas.

Un saludo y sigue con tu Blog que está genial :)