Necesidades sanitarias de los impares

El suplemento Dinero de La Vanguardia del domingo 13 de febrero estaba en gran parte dedicado a los cambios sociológicos de los habitantes de las grandes (y no tan grandes) ciudades: Es la explosión de los impares (aquellos urbanitas solos), complementando con información sobre un nuevo nicho consumidor dentro de estos, los treintañeros ricos y solos. Debido a mi cambio profesional, y hasta que me incorpore el 1 de marzo, puedo permitirme ver Sexo en Nueva York a la (des)hora que lo emiten (tras el gran Buenafuente), a eso de la 1:30 de la mañana, y sumergirme en el paradigma de tirador@s de tarjeta de crédito, megaconsumistas, hedonistas, buscadores de tendencias y experiencias, viajeros permanentes de fin de semana… Todos vemos esta realidad que el sociólogo Jean-Claude Kaufmann parece haber descrito en La femme seule et le prince charmant ¿alguien va a traducirlo para que seamos conscientes que la soledad ya es considerada una fase de la vida?

A nivel sanitario, impresiona hasta qué punto hay visionarios que ya se está moviendo para sacar beneficio: chequeos cardiovasculares no intervencionistas y tacs torácicos y colonoscopias virtuales, y sobre todo el boom de los temas de medicina y cirugía estética, el caso de Corporación Dermoestética y otras sociedades médico-estéticas dedicadas a revolucionar la percepción de la estética como necesidad y no como lujo. El boom es tal a nivel global que ya se edita en USA la revista New Beauty, la primera revista fashion sobre cirugía estética (suficientemente fashion como para estar en las webs de tendencias), con reportajes sobre laser, bótox y liposucción. Mi gran pena a nivel egoísta y económicamente particular es no dedicarme a temas de estética, aunque la profecía de un amigo cirujano plástico es que si no se hace una buena selección (que la hace) del paciente más vale tener un equipo de buenos abogados detrás...

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