Muy curioso que se coinicda en las conclusiones de un reciente estudio en los US of A. con las conclusiones de un artículo de la Revista Española de Economia de la Salud . En ambas propuestas se supone que el coste sanitario queda compensado por los beneficios sobre la economía del colectivo. No se tiene en cuenta el coste de adaptación, que puede provocar errores médicos (son necesarios traductores, o mediadores multiculturales). A destacar las conclusiones de un informe técnico sobre las necesidades sanitarias de los inmigrantes en Cataluña (en pdf)de la Agencia de Evaluación de Tecnología e Investigación Autonómicas, en la que se habla de una población joven, con necesidades gineco-obstétricas y digestivas, que se autopercibe con peor salud que los autóctonos, más somatizadores que psicóticos, y especialmente urgentistas como características fundamentales. De todas formas, es necesaria una mejor coordinación entre el ámbito sanitario y los servicios sociales no solo con la población inmigrante, como bien se indica en las recomendaciones, sino probablemente con la población autóctona. Esto justificaría la adopción de medidas como los asistentes sociales de urgencia, o los hogares de transeúntes de 24/7 (no como actualmente, que tiran de voluntarios hasta que revientan y a menudo cierran los festivos y nocturnos).
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