Ayer la TV autonómica catalana, TV3, pasó un fantástico reportaje sobre el turismo quirúrgico en el Magreb. En él se potenciaba la imagen de que lo bueno, bonito y barato también tiene sus riesgos, aunque es una "amenaza" para el sector en Europa, puesto que mucha gente busca precios más económicos donde sea, y más complementándose la cirugía con una visita turística. Se reflejó como principal problema la falta de seguimiento de los casos, que en Tunez ni tan solo se remiten a un profesional de referencia, puesto que todo el proceso lo gestiona una agencia de viajes. La garantía sanitaria es confusa: me gustaría saber cómo puede denunciarse el caso de una paciente que tras una reducción de mamas sufre una necrosis que acaba en una mastectomía al cabo de 6 meses.
Desde mi punto de vista, el perfil de compradores de servicios sanitarios por precio son una realidad que por desgracia es cada vez más frecuente, y dan por hecho que la Calidad que se ofrece es correcta, cuando no tiene por qué serlo. Las aseguradoras de salud han sido las primeras "víctimas" de la caída de éste paradigma en bastantes casos (urgencias domiciliarias que no llegan, urgencias hospitalarias sin especialistas con garantías, diagnóstico por la imagen deficiente, análisis clínicos basados en fórmulas estadísticas...) La continuidad de los mínimos asistenciales se vé amenazada, y por tanto la Calidad global media baja. En el caso que nos ocupa, el postoperatorio es tan importante como el acto quirúrgico en sí, y en cambio es un problema que las cirugías turísticas todavía deben resolver. No vamos a entrar en la selección del riesgo quirúrgico y los problemas psicológicos subyacentes, que entiendo debe asumir cada profesional. El contacto con los pacientes debería ser posible a distancia, pero ninguna de las opciones había articulado un mecanismo de seguimiento mínimo de casos: ¿será por los ajustados márgenes, o será por la falta de alguien que esté por la labor de dar un servicio éticamente correcto?.
Desde mi punto de vista, el perfil de compradores de servicios sanitarios por precio son una realidad que por desgracia es cada vez más frecuente, y dan por hecho que la Calidad que se ofrece es correcta, cuando no tiene por qué serlo. Las aseguradoras de salud han sido las primeras "víctimas" de la caída de éste paradigma en bastantes casos (urgencias domiciliarias que no llegan, urgencias hospitalarias sin especialistas con garantías, diagnóstico por la imagen deficiente, análisis clínicos basados en fórmulas estadísticas...) La continuidad de los mínimos asistenciales se vé amenazada, y por tanto la Calidad global media baja. En el caso que nos ocupa, el postoperatorio es tan importante como el acto quirúrgico en sí, y en cambio es un problema que las cirugías turísticas todavía deben resolver. No vamos a entrar en la selección del riesgo quirúrgico y los problemas psicológicos subyacentes, que entiendo debe asumir cada profesional. El contacto con los pacientes debería ser posible a distancia, pero ninguna de las opciones había articulado un mecanismo de seguimiento mínimo de casos: ¿será por los ajustados márgenes, o será por la falta de alguien que esté por la labor de dar un servicio éticamente correcto?.
Comentarios
Por cierto, hoy me he quedado impactado. Noticias de la tele: Aquí, en Madagascar se realiza cirugía estética en niños con Down, con la intención de aminorar sus rasgos mongoloides. ¿Decías algo de trivializar, FLl?