
Estoy fascinado por el blog del Dr Gandolfi, alias de un profesional médico que entiendo no desvele su identidad, y que se denomina "el diario de un médico que está harto". He empezado a leer así como por encima, lleno de agradecimiento por haber visitado este blog, y creo que es un tipo interesante, el Dr Gandolfi: yo pensaba que este blog era polémico... La verdad es que mi experiencia queda lejos de la suya, pues soy uno de los denominados "chupatintas" -cuando está de buenas- que pretende trabajar en gestión sanitaria. No he visto que rajara de la Sanidad Privada, pero probablemente en algún post se lanzará a la yugular de aquellos que explotan la ineficacia del sistema público con ánimo de lucro. Es una pena que el blog no tenga un contador de visitas, porque seguro que es la comidilla de más de un hospital. Detrás de los animados posts (de lo mas radikal) y del panorama desolador, hay una buena parte de amor a la profesión, a pesar del entorno poco amable en el que se mueve el médico de la pública. Solo puedo comentar que no es tan diferente la privada de la pública, son (¿somos?) los mismos perros con distintos collares, la competencia es feroz entre compañeros de profesiòn y a menudo el dinero lo es casi todo, pero al menos todo el mundo conoce las reglas, y es de necios protestar. Vente al lado oscuro de la Fuerza, Dr Gandalph el ¿gris? ¿blanco?
Comentarios
Ahí tienes a tu admirado Gandolfi. En todo el centro del sistema asistencial público, repartiendo mamporrazos, como si él sólo fuera un espectador inocente. Critica ferozmente a sus compañeros, pero no a la clase médica, que alcanzará su liberación cuando la sanidad "estatal" se derrumbe.
Y, tranquilo, no se meterá con la privademia.
Yo critico lo que no me parece bien, vierto mis opiniones y admito cualquier tipo de comentario, discusión y crítica alternativa. Critico, y muchísimo, a la "clase médica". Aquí tenemos culpa todos, unos por acción y otros por omisión.
Y no critico a la sanidad privada porque esa crítica corresponde a los usuarios, que votan cada día eligiendo dónde van a ser atendidos.
Un saludo
DrGandolfi
Tienes toda la razón, F. Que la Naturaleza siga su curso, y mientras tanto sigamos medrando cada uno en nuestro nicho. El sistema está podrido, pero no se caerá.
Gandolfi
¿Quien sostiene a la privada?. LA PUBLICA. ¿o, no?
Tu miope ignorancia y tu demagogia es algo insultante para la razón.
Lo que ocurre ya no es que esté harto de incompetencia, escaqueo y mal hacer. A mí lo que me importa es mi trabajo y mis pacientes. Que haya gente desganada, manta, nefasta ... me importa de forma muy relativa. Pero es que desde hace un tiempo me estoy dando cuenta de que no sólo donde trabajo se incentiva trabajar de mala manera sino que además se penaliza hacer bien las cosas.
Donde yo trabajo, sanidad pública hay de todo. Hay, por tanto, historias clínicas mal hechas, pacientes que ingresan sin una miserable nota de ingreso, gente que ingresa tomando SINTRON y que el que la ingresa ni se lo pregunta, escaqueadores natos que han recibido todas las bendiciones para el escaqueo, pacientes oncológicos que son derivados a Oncología o a Radioterapia para quitárselos de encima cuando tendrían posibilidades con cirugía radical (cuatro horas seguidas operando, qué pereza!), pacientes que son derivados al centro de referencia también por quitarse trabajo de encima (ellos saben más que nosotros, caballero), adjuntos psicópatas que cuentan a los compañeros jóvenes que han logrado echar a la calle como si fueran muescas en el fusil. Los pacientes no tienen un médico responsable porque "los lleva el equipo", pero cuando vienen mal dadas el pringado de siempre tiene que dar la cara ante el paciente y ante su familia para defender decisiones con las que no estaba de acuerdo, "dale VOLTARÉN a ver si le sale una úlcera, se lo queda el digestólogo y nos lo quitamos de encima" ...
Una parte muy importante de la calidad asistencial, más que la hostelería, es tener a un médico responsable, para las buenas y para las malas. Un médico a quien acudir en caso de problemas, siempre al mismo, y no a un sicario diferente cada vez. Un médico que defienda su criterio y no el criterio que le han impuesto sus jefes. Un médico cuyo puesto dependa de la satisfacción de los pacientes y no del humor con el que se levante su jefe. "Claramente" responsable es identificable con nombre y apellido.
Claro que en la privada habrá mantas, vagos, irresponsables y nefastos. Exactamente igual que en la pública. Pero en la privada al menos los pacientes pueden elegir, y si no les satisface uno, van a otro. Y existen incentivos para trabajar bien ...
En fin, es tan largo ...